Hacia un tiempo que veia demasiado peladas las paredes de la segunda habitación-estudio- habitación de huéspedes de mi casa. (Nota mental:Necesito cuadros!) Por esos días, mis viejos iniciaron la mudanza de la casa en que vivieron los últimos 23 años, casa en la que pasé mi adolescencia como hija única. Desmantelaron mi habitación, pizarrón de fórmica, estanterias, libros que quedaron olvidados, escritorio donde estudiaba, juegos de mesa acumulados en lo alto del placard y patines de cuatro ruedas (pero no en linea, los de rueditas naranjas) entre otras cosas. La cuestión es que me pusieron entre la espada y la pared, "¿qué querés hacer con el cuadro del viaje de egresados?", "te lo llevas o lo tiro"!, dijo mi mamá con la delicadeza que la caracteriza (sarcasmo detected). En un ataque de nostalgia vino a parar a casa!.
Como 20 dias más tarde, haciendo unos almohadones me sobró un cordón armado con una cinta bies y...SERENDIPIA, se me ocurrió usar la parte de atrás del cuadro en que aparecemos 26 adolescentes en el Cerro Catedral, y armar éste cuadro, que a juzgar por los pocos recursos utilizados (le enebré un alambre blandito y use una impresión de la palabra para darle forma), quedó bastante presentable. También use una barillita de madera que andaba por ahi y alcanzó justo para cubrir los bordes y está pintada al tono de la tela aunque en la foto no se note.