martes, 21 de febrero de 2017

Fiebre de botones I

Siii, fiebre de botones, locura por los botones! Un día voy a la mercería amiga y cuando le pido botones a la señora que me atiende y me hace cara fea como si le hubiese pisado un callito.
Va al fondo y trae una caja de esas que son de cartón estampado, que se arman en tu casa, llena que rebalsaba de bolsitas  con botones de todos colores y medidas mezcladas, ahí comprendí todo.
"Odio los botones!" me dice, "los tiraría todos!", a nooooo, "yo los amo!"... le dije, y casi sin pensarlo mucho, y a pesar de que fui sólo para buscar cuatro botones para decorar un almohadón, le dije "te los compro todos!".
Ahí no más vio que era tanto mi entusiasmo, e impulsada por su propio odio a los botones, me llevó aun rinconcito y me dijo: te vendo esta bolsa a $150. DALE!!! Siento que no fue un intercambio comercial, fue más que eso, me fui feliz y sé que ella estaba feliz de sacarse de encima semejante montón de botones desordenados.
Llené cuatro frascos de botones de todos los colores y medidas. Más tarde ayudada por búsquedas en Pinterest #botones surgieron mil usos y la idea de usarlos sobre una horma.
Demás está decir que no hay proyecto que alcance para gastarlos todos y que aseguré el stock de botones para varias generaciones de mi familia.

1 comentario:

  1. "Lindo como un botón". Siempre me gustaron las cajitas llenas de botones, y admiro la utilidad que se le puede dar. Me encanto!

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